miércoles, 21 de julio de 2010

Un nuevo dibujo, este, abstracto


Bueno, ¿qué decir? está decorativo. No es que tenga yo en mucha estima a mis abstractos. Veo los Kandiskys y... ¿qué quieres? los mios me parecen cuatro manchas puestas una tarde que tenía la cabeza en la modernidad. Bueno, siempre se podría convertir en una postal de propaganda....

Rayas y colores. Supongo que con el bombo y platillo suficiente y en un entorno adecuado podría ser valorado en mas de lo que yo lo estoy valorando. ¿qué opinais?

Confio que las esculturas estén en buenas manos


La entrada del día 15 era acerca del robo de mis obras. Desde entonces hasta hoy he recibido mucha comprensión y cariño de gente que ha sabido escuchar. Estoy mejor. Me han hecho comentarios bienintencionados que me han dado que pensar. Por ejemplo... ¿quien se pega el trabajo y el riesgo de bajar de un camarote tanta obra si no es para sacarle un provecho económico... y que por tanto piensa que vale algo? Y si mi obra se mueve y comienza a cotizarse por aquí y por allá? ¿Seré una "madre" muy absorbente y les tengo que dejar que recorran mundo a mis piezas? En fin, comprensión y cariño. Abro la mano y las digo adios con dulzura, confiando la tierra de la que están hechas. Agradezco la oportunidad que he tenido de crearlas y de verme reflejada en ellas. Tengo fe en que este suceso ha pasado de modo fortuito en mi vida, pero que yo sigo viva y capaz de seguir haciendo obras, y que ahora, al perder, sabré valorarlas mas. He visto reflejados mis sentimientos en la pérdida. En vida. Con tiempo para modificar el rumbo. Si me hubiera muerto y luego hubieran dispuesto de toda mi obra quizás no hubiera tenido la oportunidad de aprender lo que estoy aprendiendo. Soy responsable de lo que creo. También tengo vínculos emocionales con lo que creo. He de ser sabia en esta relación que mantengo con mi obra.

jueves, 15 de julio de 2010

Me han robado practicamente todas las esculturas y pinturas que habia creado desde que tengo doce años.


El lunes quise ir a un camarote donde tenia guardadas todas las esculturas y pinturas para ir a coger unos cuadros que había vendido por foto y el caballete de metal. Mi madre se portó muy rara por teléfono. Muy rara. Hacía muchos meses que me daba largas cada vez que le decía que quería subir al camarote, del que yo no tenía la llave. Yo lo achacaba a que era un poco rollo desplazarse hasta allá y coger las cosas. Pero no. Según ella después me ha comentado, su versión es que unos drogadictos han subido, han roto la puerta y se han llevado toda la obra que había allí dentro. Toda la obra desde los doce años. Esculturas y esculturas de cerámica, de factura impecable, sentidas, amadas, mimadas, que expresaban mi alma y mis vivencias, mis dolores, mis ilusiones, mis deseos, mi mundo. Tan personales como una poesía, pero imposibles de reproducir por imprenta u otro medio. Obras absolutamente únicas. Y ahora... ¿Que será de ellas? ¿Las valorará alguien, serán algo más que un objeto que un chamarilero o un tiburón cambia por cuatro perras? Decía Antonio Machado que solo un necio confunde valor y precio. El mundo está tan plagado de necios que pierdo por completo la fé y el amor por el arte, si el convertir el barro en puro alma y pura sangre de lo más íntimo de mi ser es transformado en unos cuantos euros, si esos tiburones solo discuten a ver si estoy viva o estoy muerta por ver si esa obra vale más o vale menos, si lo único que quieren es exprimirme los huesos y con el zumo de mis tuétanos llenar las cajas fuertes de sus bancos...
Estoy muy dolida. Mucho. Una escultura no es lo mismo que un objeto fabril de esos que salen de una fábrica quinientos a la hora. Mis esculturas eran AMOR convertido en objetos. Así, en mayúsculas. Desde los doce años a los cuarenta y dos. Todos esos treinta años de producción artística, prácticamente en su totalidad, desaparecidos. Se lo conté a una conocida y se rió. Bueno, cada uno vive sus tragedias personales como las vive, y uno de fuera no tiene por qué empatizar. Llevo una semana que no estoy viviendo mas que incomprensión y falta de escucha. Se que hay frases filosóficas que vendrían al pelo, para sentirse sabia y comprender la "esencia de los aprendizajes" del estilo de "esto también pasará".... pero de veras, estoy dolida y triste, no se para que me sirve a mi todo ese bagaje de sabiduría leido en libros cuando lo que necesito es descargar el terrible peso que tengo en mi corazón. Por favor, que nadie me endilgue consejos ni sabidurías. Prefiero la mas leve brizna de comprensión a tooodas las bellas, filosóficas y sabias palabras del mundo.

domingo, 4 de julio de 2010

Ha salido un tipo pelirralo y comehelado


No se quien será este señor de la ilustración, pero el helado supongo que será de anís. Lo que mas me llama la atención son las pequeñas trasparencias del fondo, que dejan entrever el color naranja de las dos formas de atrás. ¿soy una ilustradora? ¿Soy una locuela de dibujicos atolondrados? Bueno, disfrutadlo en la medida en la que buenamente se pueda.